MIGRACION
Nada detiene el sueño de los hondureños que partieron de Honduras con la idea clara de tener un mejor futuro al llegar a Estados Unidos. Ni las campañas del Gobierno de Honduras para evitar que los hondureños vengan a México han incidido; se las ingenian para tratar de llegar.
La mayoría espera pacientemente en las vías del tren una nueva salida de la bestia de acero para continuar el calvario al que se enfrentan por cruzar la frontera. Algunos buscan otros medios para llegar al Distrito Federal y desde allí trasladarse a la frontera del norte. En ese duro camino, varios se dieron por vencidos y buscan en los consulados de Honduras en Veracruz y en Chiapas la ayuda para retornar.
En las fronteras hondureñas, con sus mochilas al hombro, cientos de hombres y mujeres en su mayoría jóvenes inician a diario la peligrosa travesía. “No importa que digan que es peligroso o que el tren se dañó, queremos llegar y lo vamos a lograr. Es preferible morir en el camino que seguir sufriendo en Honduras”, dijo Maritza, una porteña que cruzó la aduana en Corinto rumbo a Guatemala. Como ella, en Agua Caliente y los puntos ciegos el flujo sigue en aumento.
Aumenta el flujo
Marco Tulio Bueso, cónsul de Honduras en Tapachula, Chiapas, explicó que el aumento de emigrantes, lejos de reducirse por el problema en Coatzacoalcos, ha aumentado. “A pesar de la campaña que hemos comenzado para pedirles a los compatriotas que eviten viajar a México, vemos que el número de emigrantes ha ido en aumento. Pocos quieren regresar al país; la mayoría está esperando seguir el viaje. Nos preocupa el número de menores que ahora transita por la ruta, algunos van con sus padres, pero hay varios casos de menores que viajan solos”, apuntó el diplomático.
En los registros de los albergues de Tapachula y Arriaga en 2012 es notorio el incremento de menores que buscan oportunidades en el país del norte, donde Honduras ahora desplaza a Guatemala y se convierte en el país con mayor número de niños que cruzan para llegar a Estados Unidos.
La mayoría de los migrantes que llegan a México son de Choluteca, Santa Bárbara, Cortés, Francisco Morazán y Olancho. Según la Pastoral del Migrante en Coatzacoalcos, del 100% de los centroamericanos que emigran, el 95% son hondureños.
Hondureña clama por perdón de sus hijos
Veracruz. Hac
e 15 años, Ana Marleni Antúnez Morán dejó San Pedro Sula para buscar una oportunidad en Estados Unidos. La muerte de su esposo la dejó sin el sustento del hogar y agobiada porque había que mantener a sus cuatro hijos debía buscar cómo salir adelante.
Sin embargo, al llegar a Chiapas, el sueño se convirtió en pesadilla. Marleni fue asaltada, se quedó sin un peso y vivió un calvario que le hizo perder el contacto con los seres que más amaba.
El remordimiento no la deja en paz y sueña ahora con el perdón de sus cuatro hijos: José Antonio (30), Alex Alejandro (29), Grecia Sujey (22) y Cinthia Marilin Molina Antúnez. Los cuatro quedaron en poder de su suegra en El Progreso, Yoro.
El miércoles, cuando se enteró de que LA PRENSA estaba en Chiapas, llegó a pedir que le ayudemos a buscar a su familia. Ella quiere regresar, pero teme que sus hijos no la perdonen. “Es duro lo vivido en este tiempo. Me he matado trabajando en una platanera. Con lo ganado construí una casita pensando en mis hijos. Quiero verlos, quiero ver a mis padres. Les pido por medio de LA PRENSA que me den una oportunidad. Temo que me rechacen y por eso no los he contactado. Creen que yo estoy muerta”, dijo llorando. (Tomado de La Prensa, por Xiomara Orellana)
