WASHINGTON
Es la primera vez en dos años que el Congreso aprueba un presupuesto agencia por agencia, y no mediante medidas de emergencia
El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves 16 de enero un presupuesto de 1,100 billones de dólares que da fondos al gobierno federal hasta septiembre próximo, en lo que representa un notable alejamiento de las batallas partidistas de los últimos años, que incluyeron el cierre del gobierno en octubre pasado.
La medida ahora será enviada al presidente Barack Obama, para su promulgación. El voto decisivo, por 72 a favor y 26 en contra, representa la primera acción del Congreso por primera vez desde 2012 que determina el gasto agencia por agencia, en vez de a través de medidas temporales de emergencia, las cuales evidenciaban la división en Washington.
La Cámara de Representantes aprobó la misma medida este miércoles por una amplia mayoría, con 359 votos a favor y 67 en contra. “Con muy pocas excepciones, no hemos escuchado más que comentarios positivos de mis colegas aquí en el Senado”, dijo el senador republicano por Alabama Richard Shelby, desde el pleno poco antes de que ocurriera la votación.
Los demócratas se mostraron muy ansiosos de presumir la aprobación del presupuesto como un ejemplo de que el Congreso puede efectivamente funcionar. “Esos esfuerzos muestran que nosotros los demócratas y los republicanos podemos trabajar juntos por el bien del país”, dijo una de los responsables de la medida, la demócrata por Maryland Barbara Mikulski, presidenta del Comité de Asignaciones. “Podemos evitar el drama, los precipicios fiscales y los cierres”.
La ley cubre casi todo el gobierno e incluye un 1% de incremento para las tropas y un 1% de incremento para los trabajadores federales.
También elimina algunos recortes en varias agencias y programas, como el FBI y el programa Head Start, que apoya a niños en situación de pobreza así como a sus familias.
Pero es menos simpático con otras partes del gobierno, como la Agencia de Protección Ambiental o el Servicio de Impuestos Internos, que han visto recortes presupuestales en los últimos tres años.
El nuevo presupuesto apenas incluye medidas que cercenen la reforma sanitaria de Obama y desde luego, contempla un incremento del gasto en varios miles de dólares, lo que supone una claudicación de los férreos principios del control del gasto preconizados por parte del Tea Party.
Los demócratas, por su parte, han asistido a una reducción importante de los fondos destinados a la investigación médica y científica y a algunos programas de becas educativas. Los halcones republicanos también se han asegurado la imposibilidad de que los presos de Guantánamo sean transferidos a cárceles de EE UU o la supresión de fondos para que el programa de drones sea transferido de la CIA al Pentágono -una provisión que se encuentra en un anexo clasificado del presupuesto.
En materia educativa, los programas para potenciar el ingreso y la calidad de las escuelas de preescolar -una de las apuestas de Obama en su segunda legislatura- son los que han experimentado un mayor incremento presupuestario, alcanzando los 6.000 millones de dólares. Menos afortunados han sido el Instituto Nacional de Salud (NIH) o la Fundación Nacional de Ciencia (NSF), que han visto recortada su dotación en 1.000 millones y 68 millones respectivamente.
En lo que respecta a la reforma sanitaria, los republicanos sólo han logrado asegurar un recorte de 1.000 millones en los fondos de Prevención y salud Pública, de los que los conservadores temían que la Administración podía desviar partidas para impulsar el mercado de seguros on line. (Con datos de CNN)
