EL EVANGELIO EN MARCHA
Sembrando Futuro
NO ERES UN MENDIGO, ERES UN REY
(PARTE I)
Por: Pastor Juan Arispe
Quiero que sepas que Dios nunca quiso que fueras luchando por la vida bajo la atadura de la derrota y la desesperación, sino que está obrando en ti para prepararte para que reines juntamente con El.
Aceptar la bondad y el amor gratuito de Dios es algo que el diablo no quiere que hagamos. Si oímos en el interior de nuestros oídos una voz diciendo que somos fracasados, que somos perdedores, que nunca seremos gran cosa, esa es la voz de Satanás que trata de convencer a la novia que el novio no la quiere.
A cambio de nuestra humildad y disposición de aceptar la caridad de Dios, nos es dado un reino. Dice el Señor que mucha gente no tiene nada en su futuro porque nunca lo habló. Tienes que aprender a construir tu futuro antes de que venga, lo construyes con todas las palabras que Dios te da, las visiones que te da, tienes que empezar a hablarlas aunque todavía no las tengas: tu casa, tu empresa, tu auto, tu pareja, tus estudios, etc.
Tienes que construir tu futuro desde tu presente para que cuando llegue, ya lo hayas construido en tu pasado con las palabras que salían de tu corazón, porque como dice la ley de la fe “Todo lo que creas en tu corazón y confieses con tu boca, Dios te lo va a dar”. Romanos 5:17 “Pues si por la transgresión de uno solo, reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”.
Adán desobedeció al Señor y perdió su derecho a administrar la creación, el perdió el dominio que el Señor le había dado y en consecuencia su posición de gobierno. Cuando confiamos y creemos en Jesucristo, nos es restaurada esa autoridad y ese poder que se perdió por la transgresión de Adán.
Dice Mateo 2:2 ¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el Oriente y venimos a adorarle”. Jesús nació para reinar, y esta es la buena noticia para nosotros: nacimos para reinar con El. Antes de continuar, debo aclarar que Jesús tiene toda autoridad. Ningún creyente tiene autoridad alguna en la tierra, excepto por medio de Jesucristo. Con esa verdad como firme fundamento, Dios está buscando un hombre que desee hacer lo que Adán prefirió no hacer.
Apocalipsis 2: 26,27 “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre”.
Jesús promete que los vencedores regirán, y yo creo que Dios desea que cada creyente sea un vencedor. Él quiere que cada uno de nosotros sea un victorioso. Él no nos ordena que fallemos. Hemos sido predestinados para tener éxito. Si fallamos, es porque elegimos fracasar, porque Él nos ha ordenado que seamos más que vencedores.
Pero antes de entrar en materia debemos comprender algunos principios de la palabra de Dios en relación con esto de gobernar y reinar. Tenemos que aprender que significa realmente reinar. Jesús realizó un viaje entre Belén y la diestra del Padre. No nació en un trono, sino en un pesebre, un lugar común y modesto. Hubo un proceso que llevó a Jesús a toda autoridad, y nosotros estamos sujetos a ese mismo proceso.
Cuando leemos la vida de Moisés, de su nacimiento a ser el líder del pueblo de Israel hubo un proceso. Dios lleva a cada creyente a través de etapas de maduración, formando el carácter y las capacidades a medida que avanzamos, y nos da cada vez más responsabilidades de gobierno a medida que crecemos en El.
¡DIOS ESTA MAS INTERESADO EN PRODUCIR CARÁCTER EN NOSOTROS QUE EN PROVEERNOS DE COMODIDADES!
Pero sucede que a muchos hermanos o hermanas en el momento que les llega la bendición, se asombran, cuando los llaman a puesto de autoridad, se interrogan si merecen o no el puesto o si están o no preparados.
Eso sucedió con Moisés cuando Jehová le llamó. Éxodo 3:10,11 “Ven, por tanto ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel. Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”.
Cuando el Señor te llama a puestos de autoridad, ya te ha preparado para ello, así que no te preocupes ya DIOS lo hizo por ti. Así que tú estás listo, para lo cual has sido llamado. Moisés no se había dado cuenta que el Señor lo había apartado para el desierto para pulirlo como líder de su pueblo y estuvo 40 años, para luego reinar.
Jesús estuvo 30 años hasta que su ministerio se dio a conocer, comenzó a reinar. José tuvo que pasar por ser vendido, estar en la cárcel para luego pasar a reinar. Daniel y sus amigos pasaron tres años comiendo legumbres y tomando agua, para luego reinar. David fue pastor de ovejas primero y luego pasó a reinar. Cuando vemos cada uno de estos personajes bíblicos, cada uno de ellos pasó por un proceso para luego reinar.
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