Friday, March 29, 2024
HomeMás NoticiasEl Evangelio en Marcha¿Es importante casarme por el civil y por la iglesia?

¿Es importante casarme por el civil y por la iglesia?

EL EVANGELIO EN MARCHA

¿Es importante casarme por el civil y por la iglesia?

Por: Karla Martínez*

 

Hace 20 años estudiaba en la universidad, rodeada de diferentes creencias, tradiciones y formas de pensamiento en cuanto al matrimonio, la mayoría estábamos muy lejos de Dios. En aquel entonces no pensaba en el compromiso, llegué a pensar que era mejor vivir en unión libre porque eso no me “ataría” a nadie y podíamos disolver la relación sin problema, en caso de que no funcionara.

Tristemente, no sólo era mi forma de pensar, la gran mayoría de las personas con las que convivía pensábamos así. A 20 años de eso, veo con dolor que esa ideología sigue creciendo; los jóvenes no se comprometen al 100%, tal vez porque desconocen la importancia del matrimonio ante la sociedad y ante Dios.

Ahora que por gracia de Dios estoy casada por el civil y por la iglesia, puedo predicarles el evangelio a los jóvenes que están pensando en vivir en unión libre con su pareja y mostrarles que el matrimonio es el hermoso regalo de Dios para sus hijos, nos unimos en pareja para juntos glorificar a Cristo.

El matrimonio no es un llamado para todos, no todos deben casarse, pero aquellos quienes por gracia de Dios si tienen ese llamado, es mejor hacerlo como decimos en México: “por todas las de la ley”. Incluso si tú vives en unión libre desde hace tiempo, y no estás seguro de si debes casarte o no con la pareja con quien ya has formado una familia, ora a Dios que sea Él quien te muestre la manera correcta de -formalizar- tu relación y hacerlo de acuerdo a Su voluntad.

 

¿ES IMPORTANTE LA BODA CIVIL?

En países como México, el gobierno requiere cierta documentación y testigos para formalmente llamarle “matrimonio” y así, ser reconocido jurídicamente y obtener beneficios como pareja. Recordemos que, como cristianos es importante estar casados legalmente si el gobierno lo exige pues Romanos 13:1-2 nos dice:

“Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan; porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por consiguiente, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación”.

Hay muchas parejas que viven en concubinato, es decir, hacen vida marital sin estar casados legalmente, esto se ha vuelto muy “normal” en un mundo inmoral, donde se promueve la actividad sexual sin compromiso alguno, pero esto es fornicación, es pecado. La Palabra de Dios es clara y nos manda a abstenernos de las relaciones sexuales antes del matrimonio, la única forma de hacerlo sin que sea una ofensa a Dios es cuando somos marido y mujer.

“Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4).

Esto puede parecer “exagerado” para quienes no están de acuerdo con la Palabra de Dios, pero has que diferente sería nuestra sociedad si tan solo entendiéramos que cuando Dios prohíbe el sexo fuera del matrimonio, es para protegernos. ¿Cuántos niños abandonados hay por causa de embarazos no deseados? ¿Cuántos abortos se efectúan diariamente en todo el mundo? ¿Cuántos casos de enfermedades de transmisión sexual conoces? ¿Cuántos divorcios por adulterio o por fornicación existen hoy día? ¿Cuántas madres solteras sufren ahora?  El número sería muchísimo menor en cada uno de esos casos, si tan solo cumpliéramos con ese mandato. No con esto quiero decir que todos se casen para poder tener relaciones sexuales, la intención es hacer notar que, si estamos viviendo en concubinato, el matrimonio es importante para no estar en pecado de fornicación.

 

¿ES IMPORTANTE LA BODA ECLESIÁSTICA? 

En nuestra cultura, la boda por la iglesia se trata de la novia, el vestido, el banquete y la recepción, por ello es que tantas parejas van postergando esa unión. Incluso, hay casos de quienes llegaron a Cristo después de vivir años en unión libre, que siguen en ese estado por no tener recursos para realizar una recepción para invitados.

Ahora que estamos en Cristo, sabemos que el centro de una boda por la iglesia es Cristo. No la fiesta, no el vestido, no el banquete, no la novia, es Cristo. Es importante para nosotros recordar que:

-Buscamos glorificar a Cristo a través de nuestra boda. -La ceremonia se trata de Jesucristo, de alabarle a Él por ser parte de nuestra unión, de gratitud por darnos la oportunidad de complementarnos.- Decimos nuestros votos comprometiéndonos a representar en nuestro matrimonio el tipo de relación que Cristo tiene con Su iglesia.

¡Ah! Cuando leemos esto nos da ganas de volver a casarnos ¿cierto? Y puede ser que conozcamos a alguien, (o puedes ser tú) quien está en unión libre, deseando casarse ahora en Cristo, pero a tu pareja (concubino/a) no le pasa por la mente el matrimonio, o puede ser también que solo estén casados por el civil y anhelen el casarse por la iglesia y hacer ese pacto con Dios.

 

¿CÓMO PODEMOS ACONSEJAR A ESA PERSONA PARA QUE NO SE DESANIME?

Animándola a confiar en la soberanía de Dios, en no desesperarse sino orar y confiar en el Señor para que ese anhelo de su corazón sea hecho conforme la voluntad buena, agradable y perfecta de nuestro Dios.

Podemos apoyarle en oración como amigos o hermanos en Cristo para que sean el complemento y puedan desempeñar el rol que Dios dispuso para cada uno. Debemos apuntar la necesidad de que busquen orientación pastoral de modo que, en el momento adecuado, la persona hable con su futuro cónyuge de los beneficios que tendrán jurídicamente al estar casados por el civil, y de cómo el plan de Dios para el matrimonio es una bendición al complementarse uno a otro, ser uno solo ante el Señor, vivir bajo la cobertura de nuestro Dios y con su aprobación, poder confiar y descansar en sus promesas como marido y mujer.

Sin duda, ambas bodas son importantes, sea Dios guiándonos para comenzar y continuar un matrimonio que le glorifique a Él de principio a fin y para apoyar y orientar a quienes están indecisos a dar el ¡Sí, acepto!

“Por esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne” (Efesios 5:31).

(*Karla Martinez, Karla Martinez es una blogger en SoyMujerDeValor.com)

- Advertisment -spot_img

NOTICIAS MAS LEIDAS