Sunday, April 28, 2024
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¡Hoy viviré con alegría!

EL EVANGELIO EN MARCHA

¡Hoy viviré con alegría!

Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)

¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Filipenses 4:4 (La Biblia en lenguaje actual)

 

PAG 19¡Hoy viviré con alegría! Porque que Dios puso gozo, puso alegría en mí, el día en que nací de nuevo; sí el gozo o la alegría del cristiano nacido de nuevo es inseparable de la obra del Espíritu Santo: “Porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17 NVI) Una de las nueve cualidades que componen el fruto del Espíritu, es la alegría en el cristiano “con gozo del Espíritu Santo” (1 Tesalonicenses 1:6 RV60) La Biblia me dice que una de las características de los primeros cristianos era la alegría contagiosa que poseían: “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hechos 13:52 RV60).

¡Hoy viviré con alegría! Y mostraré a los que me rodean que no es el propósito de Dios que el ser humano viva una vida negativa, derrotada y miserable. Sé que algunos piensan que ser cristiano es vivir siempre con la cara larga, triste, retraído y que solo espera morirse para ser feliz en el más allá. Contrario a esto, la Biblia afirma que Dios quiere que vivamos con alegría, una vida hasta lo máximo, hasta la plenitud, JESÚS dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b NVI).

¡Hoy viviré con alegría!, la cual hace un efecto contagioso para todos los que me rodean porque la alegría que ven en mí es la fuerza del amor de Dios en todo mi ser. Es un gozo que también está unido al hecho de que JESÚS es mi SEÑOR Y SALVADOR. ¡Qué hermoso es vivir para JESÚS! Y tener plena confianza en Sus promesas: “Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa” (Juan 15:11 NVI) Por otro lado, la alegría del mundo es pasajera porque su propósito es distraerme, divertirme y muy a menudo es producto de los placeres pecaminosos del mundo, el demonio y la naturaleza pecaminosa en todo ser humano.

¡Hoy viviré con alegría! Me empino sobre mis pies y extiendo mis brazos hacia el cielo en señal de gratitud a mi Dios eterno quien tuvo misericordia de mí. No merecía su salvación hace 51 años, cuando vine a Él. Todavía esa salvación no la merezco, ni la mereceré. Por eso, es un regalo que el Padre nos ha dado en JESÚS. Mucho menos merecía el hecho de que el Espíritu me diera dones y pusiera en mí, cualidades desconocidas, como Su amor en mí a través del fruto del Espíritu Santo. Cualquiera que sea mi situación que me toque vivir en medio de un mundo que no tiene arreglo, a pesar de los problemas y tempestades de la vida, no pierdo de vista lo que el SEÑOR me prometió: “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: – ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. (Juan 7:37-38 NVI).

¡Hoy viviré con alegría! Porque le creo a JESÚS, y no confío en mis sentimientos que son traicioneros, deposito mi fe en Sus promesas y tengo fuerzas para vivir en ellas. No se me promete un riachuelo, ni un goteo; sino: “aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva”…En efecto, “ríos de agua viva” cuyas aguas al compararlas ni siquiera la maravilla de las Cataratas de Niágara, se le aproximan. No, yo no estoy aquí para andar quejándome por todo, y echándoles la culpa a otros por lo que me ha sucedido. No dejaré que nadie, ni nada haga en mí una basura que tape esa corriente de agua viva para otros.

¡Hoy viviré con alegría! Y dejaré que esos ríos de aguas vivas circulen a través de mí para calmar la sed de los demás seres humanos de mi generación. No lo haré en mis propias fuerzas; sino con la alegría que es la fuerza del amor. Sí, pase lo que pase, seguiré los consejos paulinos en todo ese precioso capítulo 4 de Filipenses, llamada con propiedad la Epístola de la alegría: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Lo he dicho y lo repito: ¡Vivan con alegría su vida cristiana! Filipenses 4:4 (La Biblia en lenguaje actual) Sí, ¡Hoy viviré con alegría!

ORACIÓN: “Señor JESÚS, gracias por amarme, vengo ahora delante de Ti sabiendo que soy un(a) pecador(a) y que Tu moriste por mí. Ahora mismo me arrepiento de todos mis pecados y recibo con todo gozo el regalo de Tu salvación, y te confieso como mi Señor y Salvador. ¡Gracias JESÚS por esta salvación y ayúdame a serte fiel! Amén.

PERLA DE HOY: La felicidad es nuestra cuando permitimos que la alegría de JESÚS, sea nuestra por la fe.

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