EL EVANGELIO EN MARCHA
Sembrando Futuro
TU VIDA, TIENE UN PROPÓSITO
Por: Pastor Juan Arispe
En esta vida todos los hombres se plantean algunas preguntas, sobre su existencia acá en la Tierra: ¿Para que nací? ¿Hacia dónde me dirijo en esta vida? ¿Por qué estoy acá? Estas y muchas más, a diario, escuchamos de la boca de muchas personas y son acerca de su permanencia y propósito en este mundo.
Otros se preguntan si vale la pena vivir esta vida, con todas las dificultades que a diario conseguimos en nuestro caminar: enfermedades, problemas con la familia, problemas con las finanzas, hijos rebeldes, etc., etc. Entonces la pregunta más importante sería: ¿Vale la pena vivir esta vida? ¿Dónde está ese propósito para el cual fui creado?
Ese es el tema que voy a tratar en este artículo. Cuando leemos la Biblia, hubo un rey que habló sobre esto y fue el rey Salomón, del cual dice la Biblia, fue el hombre con mas sabiduría y riquezas; sin embargo el se planteó esa duda existencial y lo conseguimos en el Libro de Eclesiastés. Cuando revisamos la literatura médica, acá en los Estados Unidos, uno de cada diez habitantes presentan un cuadro de depresión y ansiedad, lo que los lleva a consumir medicamentos, para controlar tales problemas. ¿Habrá alguna salida? Hay solo una y es JESUS, EL ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
Para encontrarle sentido a la existencia, es necesario reconocer:
A-EL PROPOSITO DE TU VIDA NO SE ENCUENTRA EN EL PLACER Eclesiastés 2:1-3,10 “1 Me dije entonces: «Vamos, pues, haré la prueba con los placeres y me daré la gran vida.» ¡Pero aun esto resultó un absurdo! 2 A la risa la considero una locura; en cuanto a los placeres, ¿para qué sirven? 3 Quise luego hacer la prueba de entregarme al vino —si bien mi mente estaba bajo el control de la sabiduría—, y de aferrarme a la necedad, hasta ver qué de bueno le encuentra el hombre a lo que hace bajo el cielo durante los contados días de su vida. 10 No le negué a mis ojos ningún deseo, ni a mi corazón privé de placer alguno, sino que disfrutó de todos mis afanes. ¡Sólo eso saqué de tanto afanarme!”.
Hoy por hoy vemos como muchas personas, tratan de salir de las tormentas de la vida, haciendo uso de alcohol, drogas, pornografía, sexo ilícito, etc. Hay tantas cosas en este momento, que la humanidad puede usar y no se han dado cuenta, que al final, como decía Salomón, todo es VANIDAD, PASAJERO, TRANSITORIO.
Vemos el ejemplo en muchos artistas, cantantes, actores y actrices famosos, con mucho éxito y su fin es lamentable: suicidios, sobre dosis de drogas, alcohol, enfermedades de trasmisión sexual. El diablo es muy astuto presenta todas estas cosas como alternativas válidas para salir de las dificultades, pero hay un solo camino verdadero JESUS.
B- TAMPOCO SE ENCUENTRA EN TRABAJAR MUCHO – Eclesiastés 2:4-6, 11 “4 Realicé grandes obras: me construí casas, me planté viñedos, 5 cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales. 6 También me construí aljibes para irrigar los muchos árboles que allí crecían. 11 Consideré luego todas mis obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y vi que todo era absurdo, un correr tras el viento, y que ningún provecho se saca en esta vida”. Salmo 127:2 “En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados”.
Mucha gente acá en este país, se sumerge en el trabajo, trabajando hasta altas horas de la noche, descuidando esposa(o), hijos. Pensando que el dinero es lo que les traerá felicidad.
Salomón fue un hombre próspero. Sin embargo nada de estas cosas le produjeron la verdadera satisfacción. La Biblia nos anima a trabajar, pero nos dice que el trabajo no debe ser nuestro dios.
Dentro de los grandes proyectos se encuentra la familia. Hoy más que nunca se ha dado mucho énfasis a la importancia de mantenerla unida. Por supuesto que sigue siendo la base de nuestra sociedad. Pero mucha gente ha pensado que en ella se encuentra el significado de esta vida. Pero, ¿qué pasa cuando alguien pierde a un ser querido, o inclusive a toda la familia?
Muchas personas han perdido toda razón de vivir, inclusive han llegado a desarrollar un resentimiento hacia Dios, por haber perdido a un ser muy querido. De tal manera que aún la familia no representa el máximo sentido y propósito de esta vida.
Solamente Jesucristo, nuestro amado Salvador, le da sentido a la vida. Es Él y nadie más que Él quien nos permite enfocarnos en el camino que debemos seguir, en las metas que podemos alcanzar y en los pasos que debemos seguir para llegar cada nuevo día a niveles de crecimiento personal, espiritual y familiar. ¡Hoy es el día de encontrarle sentido a la vida!
SIEMBRA HOY Y COSECHARAS MANANA.
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