Tuesday, April 30, 2024

El peligro del discípulo

EL EVANGELIO EN MARCHA

El peligro del discípulo

Por: Rev. Ricardo Carrillo

  Hermano querido, en la vida cristiana se aprende constantemente, siempre hay cosas por conocer y cambiar; hay personas que ya no estudian, porque en una oportunidad de su vida estudió algún curso; por ejemplo un hermano estudió un curso de la carta a los Romanos y entonces el está capacitado para todo en el ministerio, ya no necesita más estudio, hay que ser consciente que la Palabra de Dios es viva y eficaz y como toda Palabra viva, se renueva constantemente.

Y necesitamos urgentemente regresar a la Palabra, porque cada vez que lees una porción de la Biblia y después de un tiempo la vuelves a leer, Dios te habla por ella cosas diferentes, vemos verdades que nunca Dios nos lo reveló.

Qué bueno sería, que usted tome la Palabra y comience a leer lo que ya leyó y usted va a encontrar muchísimas cosas que usted las ha pasado por alto.

Yo leo la Biblia hace muchos años y me doy cuenta de todo lo que he pasado por alto. El otro día estaba leyendo un salmo y me preguntaba, pero esto cuantas veces lo he leído y nunca me di cuenta de esa porción que estaba leyendo. Para mí era tremenda la revelación de ese Salmo.

La Palabra de Dios es viva y eficaz y como es viva, es como el agua que fluye, siempre renueva y siempre tiene que cambiar nuestra vida.

Pedro comete un error imperdonable, que muchas veces cometemos también nosotros, cuando sabemos lo elemental, lo básico, aquí nos quedamos, no indagamos más, nos conformamos con lo que sabemos en ese momento y no vivimos la aventura de la fe y no nos damos cuenta que cada vez que abrimos las escrituras Dios tiene algo para decirnos.

Usted se acuerda del rey Josías, el fue un tremendo Rey, era temeroso de Dios que venía de un padre que no fue un buen ejemplo, que había hecho un desastre en el reino. Josías dijo: Yo no voy a ser como mi padre; pero pensaba como pensaba David y se aferró a la forma de gobernar que había tenido David y ordenó moralmente al pueblo, quitó las supersticiones, restauró el culto a Dios.

Realmente tenía todo el reino muy bien organizado; un día Josías ordenó reparar el templo y las personas que estaban trabajando encontraron el libro de la ley que estaba puesto para que los reyes los copiaran, para cuando subían al trono. Particularmente, yo no creo que el rey Josías llegó a donde llegó, sin haber conocido la Palabra de Dios, yo creo que él conocía la palabra de Dios y también los sacerdotes, pero cuando le traen el libro de la Ley de Dios, Josías dice: Léanla y la leyeron en su presencia y descubre nuevas posibilidades espirituales para su vida que nunca había oído ni escuchado.

Josías ya había hecho una tremenda reforma espiritual en su reino, la parte moral la había saneado, había quitado las supersticiones, había restaurado el culto a Dios, pero resulta que ahora abren la ley de Dios y descubre una nueva posibilidad espiritual y profundiza la reforma y esto lo lleva al esplendor.

Porqué Josías no dijo, bueno que bien que encontraron la ley, guárdenla que sirva como una obra de arte, pongámosla en el museo; no, él dijo: léanla por favor y al escuchar la Palabra de Dios, encuentra que esa Palabra es renovadora.

Los discípulos de Emaús se estaban yendo tristes por el camino, dan espaldas a Jerusalén y se vuelven hacia Emaús después de la muerte de Jesús. El Señor de incognito se acerca a ellos y les dice: ¿qué les pasa que están tristes? ¿Y no sabe lo que pasó en Jerusalén?, que paso esto, esto y  esto, y le explican todo a Jesús. Jesús sin ningún libro en la mano, comenzando desde Moisés, lo que ellos habían escuchado, en las sinagogas, les enseña lo que se había escrito a cerca de Él.

Ellos lo habían leído, se los habían enseñado, pero nunca lo habían visto. Se encontraron con Jesús y no lo reconocían; hasta que Jesús les narra las profecías y les dice: ¿ustedes entendieron esto? se han descuidado, el ser discípulo es un continuo crecimiento y hay que tener cuidado con la soberbia, porque podemos creer que somos perfectos y que lo sabemos todo y que no necesita aprender nada.

 

EL DISCIPULO NECESITA APRENDER SIEMPRE

Y cuando al discípulo le entra la soberbia, por cualquier tipo de orgullo o por creerse más que los demás etc.etc. Siempre la soberbia trae estos frutos; la soberbia creció, la soberbia se enraizó en la vida de Pedro, y ¿cual es resultado final? Que el gallo canta y Pedro colapsa, llora amargamente, ¿qué Llora? llora la oportunidad perdida, el ministerio perdido; llora la vida perdida, llora las ilusiones perdidas, las esperanzas perdidas y llora el discípulo perdido.

 

PEDRO LLORA SU PROPIO FRACASO COMO DISCIPULO

Mis hermanos yo quisiera que pensáramos en nosotros mismos, porque puede ser que algunos de nosotros, estemos transitando el camino de Pedro. Podemos estar transitando el camino de la soberbia, me empiezo a quejar, empiezo a criticar, empiezo a ver mal esto, ver mal lo otro, yo lo haría mejor, yo tengo todos los planes, sé cómo hacer todas las cosas y comienza a meter la raíz de la soberbia en nosotros y empieza a minar al discípulo.

Si algo se quiere meter en el corazón del discípulo es la soberbia, una semilla de soberbia y si consigue poner una semilla de soberbia en nuestros corazones, va a dar fruto finalmente. Pedro tiene que admitir que el ya no es un discípulo, ya no está siguiendo al Señor, hace seis meses que Pedro está caminando su propio camino.

Todavía recuerdo cuando comenzamos esta serie y yo pregunte ¿cuántos de aquí somos creyentes? Pero no les hice la pregunta ¿Cuántos son discípulos de Jesús?; Pero ahora tenemos que preguntar, ¿cuántos son discípulos del Señor? ¿Está seguro? ¿Estás seguro que no se metió una semillita de soberbia? ¿Estás seguro que no estás siguiendo tus propios planes?

¿Estás seguro? debemos tener mucho cuidado con esto, porque podemos estar en la iglesia, pero podemos tener nuestros propios planes y nuestros propios objetivos en la vida y nos olvidamos de los planes y los objetivos de Dios.

El discípulo tiene un problema constante, tiene un problema grave, es la soberbia. Querido hermano, alguien que estuvo al lado de Jesús no pudo superar el problema. Pedro fue permitiendo que la soberbia creciera. Pedro está rumiando su fracaso, el propio y el compartido, los discípulos están rumiando su fracaso, nadie piensa en la resurrección, eso no lo escucharon.

Las mujeres salen muy temprano el domingo para el sepulcro, ellas quieren ungir a Jesús, los discípulos andan desanimados, Tomás anda perdido por allí y vuelven las mujeres agitadas y traen un mensaje del ángel: “Díganle a los discípulos y a Pedro que voy a Galilea y allí los encontrare.”

Jesús no excluye a Pedro, lo incluye, Pedro fracasó, me negó, cayó, pero yo todavía quiero verlo; díganle que lo estoy esperando, que se lo que pasa en su interior, se que la soberbia creció en su vida, pero que yo lo sigo considerando mi discípulo, que no se sienta afuera, que le estoy pidiendo que vuelva.

Hermano querido, el Señor lo convocó nuevamente para que Pedro tomara nuevamente el ser discípulo, para volver a aprender, para volver a practicar lo aprendido, para avanzar hacia el conocimiento.

Yo quisiera preguntarte ¿dónde estás espiritualmente esta mañana? No físicamente, físicamente estas acá. Pero ¿dónde estás espiritualmente? ¿Se cumple el propósito de Dios en tu vida? o la semillita que el diablo quiere poner en tu corazón, empezó a echar raíces o empezó a crecer la plantita de la soberbia en el corazón.

¿Sigo yo escuchando todos los días al Señor?, ¿ sigo yo todos los días aprendiendo del Señor? ¿ sigo yo todos los días llevando a la práctica lo aprendido?; ¿Estoy todos los días avanzando en el conocimiento del Señor o me quedé estancado?; Si la semillita de soberbia ha comenzado a crecer, tenemos que recordar el mensaje de Jesús.

Vayan díganle a Pedro que lo estoy esperando en Galilea y allí puedes poner tu nombre también, El siempre te está esperando y si sientes que has dejado que llegara la semilla de soberbia a tu corazón, o si sientes que ya no es como antes, ya no aprendes todos los días del Maestro, porque ya sabes mucho, porque eso ya lo sabes, si avanzas en la vida pero no estás avanzando en el crecimiento, el Señor tiene un mensaje para ti, el dice que te espera en Galilea, que te está esperando para que vuelvas, el nos está esperando siempre.

Tenemos que romper con la soberbia, no lo sé todo, por lo tanto todos los días tenemos que aprender del Señor. Mi vida no es una vida perfecta, por lo tanto todos los días debo practicar lo que aprendo y todos los días tengo que dar un paso adelante, porque todavía no llegué, estoy en proceso, Dios todavía no terminó conmigo en ese proceso.

¿Dónde estás parado espiritualmente? El Señor nos está esperando en Galilea y el tiene tu nombre, a ti que te quedaste en el camino, que ya lo sabes todo, solo por soberbia, a ti que dices el Señor dice esto, pero yo tengo también mis caminos, a ti el Señor te está diciendo, Yo te espero en Galilea.

¿Para qué? para que vuelvas a aprender, para que vuelvas al primer amor, para que vuelvas a la práctica y este es el análisis que quisiera que hiciéramos hoy.

Hermanos no vinimos aquí para llenarnos la cabeza, sino para mover nuestro corazón espiritualmente delante del Señor y si el Señor nos dice algo, no te lo estoy diciendo yo, te lo está diciendo el Señor, la respuesta se la tienes que dar al Señor.

 

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