Wednesday, May 8, 2024

¿Cómo nace una visión?

EL EVANGELIO EN MARCHA

SERIE: ESTABLECIENDO LA IGLESIA

¿Cómo nace una visión?

 

Por: Rev. Ricardo Carrillo

 

INTRODUCCION: Texto: Nehemías  1: 1-10

Con el paso de los años, una de las cosas que debe aprender el discípulo es que cada persona debe tener una visión y es muy importante para cada uno de nosotros tener una visión.

Alguna vez hemos contado esta ilustración, cierta vez le preguntaron a Abraham Lincoln, ¿cuál era el secreto de su liderazgo?, como había llegado a la presidencia de Estados Unidos y él hizo un auto descripción muy interesante, dijo: “yo soy un hombre común y corriente pero altamente motivado”.

Creo que Nehemías fue un hombre así, un hombre común y corriente con una alta motivación dada por Dios, con una visión puesta por Dios y este modelo de Nehemías puede llegar a ti, seas joven, adulto o anciano, profesional o estudiante.

Quiera Dios que cuando acabemos esta serie podamos salir altamente motivados a cambiar nuestras vidas. Este primer tema se llama:

 

“¿COMO NACE  UNA VISION?”

¿Cómo es que nace una visión de Dios en el corazón de un creyente?, ¿Cómo es que nos persuadimos que esa es la voluntad de Dios para nuestras vidas y podemos andar con pasos seguros para lograr sus propósitos?

Tenemos que ver en primer lugar ¿Cómo nace esta visión?, en el primer capítulo de Nehemías encontramos 4 características de alguien con visión dada por Dios.

Tú puedes salir de este lugar sabiendo y reconociendo que Nehemías es un libro que se escribió en el Antiguo Testamento y que su personaje principal Nehemías, era copero del Rey.

 

YO ME CONECTO FRENTE A LA NECESIDAD

Nehemías 1:3. El hombre tiene que vivir conectado a la realidad, frente a la necesidad existente, si tú quieres tener la visión de Dios, en primer lugar tienes que estar conectado con a la necesidad existente en el lugar donde vives.

Nehemías fue un hombre conectado y el libro comienza haciendo precisiones históricas, menciona personajes, tiempo, lugares, porque quiere asegurarnos que es una persona real. (No mitología, no fantasía).

En este tiempo el imperio era el persa y los persas dominaban todo el mundo existente y Nehemías era el copero del  hombre más poderoso del mundo, del rey Atajerjes.

Mira como comienza la historia. Nehemías 1:1, palabras de Nehemías hijo de Hacalías; aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, (estaba anclado en la historia, veinte años de reinado del rey Atajerjes) esto es historia: “Estando yo en Susa, capital del reino, (Susa era la casa de invierno del rey)

No se trata de espiritualizar la vida de Nehemías, Nehemías fue un hombre real y estaba conectado a la necesidad que veía. Mira lo que dice en el versículo 2 del capítulo 1: “que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad y por Jerusalén y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego” Nehemías 1:2-3.

Un hombre que fue llevado cautivo, él vivía lejos de su tierra natal (la gente sabe cómo se extraña cuando estamos lejos de nuestra tierra) llegan sus hermanos y el pregunta ¿Cómo está la gente? Y además recibe una mala noticia, la gente vive en afrenta, viven mal, el muro ha sido destruido y las puertas quemadas.

Como dice el verso 2 del capítulo 1 de Nehemías, para ordenarnos históricamente  tenemos que saber que luego  de los 70 años  hubo tres oleadas de regreso de Babilonia; el primero fue con Zorobabel, el trajo de regreso el primer grupo, Hageo y Zacarías lo mencionan.

El segundo  grupo lo trajo Esdras un sacerdote, cuyo libro es vecino a Nehemías, este sacerdote reconstruyó el templo.

El tercero  80 años después, lo trajo Nehemías, él tenía el encargo de Dios para reconstruir los muros, en aquel entonces la ciudad que decía ser ciudad tenía que estar amurallada, este  fue el contexto histórico de los hechos que se vivieron en aquel entonces.

Quiere decir que Nehemías no estaba viviendo una fantasía, el verso 4 dice: “Cuando oí estas palabras, me senté y llore (…)”

Nehemías recibe la noticia y él se sienta, le chocó tanto la noticia, era un hombre que estaba viviendo muy lejos de su tierra, (como se extraña la tierra que nos vio nacer).

Nehemías estaba llorando porque él estaba conectado con la necesidad de los demás, mi hermano, la visión de Dios, comienza en respuesta a una necesidad.

Nehemías estaba conectado con la  realidad, en la Biblia tenemos dos ejemplos de  desconexión:

 

EL PEREZOSO

Un hombre que vive desconectado de su necesidad material, leamos: “Así vendrá tu necesidad como caminante y tu pobreza como hombre armado.” Proverbios 6:11. Este hombre vive pasándola, él prefiere estar en la diversión que en la producción; el perezoso no está conectado con la realidad.

Yo quiero decirte que el discípulo de Cristo, no está para pasar hambre, si este es tu caso, tenemos que revisar nuestras vidas, si no hay un signo de pereza que te está arrastrando. Hermano querido el cristianismo trae progreso, no es la doctrina de la prosperidad, pero realmente el cristianismo trae progreso.

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios.” Salmos 14:1 Está desconectado de su realidad espiritual; Hoy en esta cultura, en donde tu declaras cualquier cosa y tiene que suceder, es decir, te enseñan que si tu declaras que eres sano entonces, Dios tiene que sanarte, y la Palabra dice que todo lo que pidamos en oración nos será hecho, pero tenemos que recordar que siempre y cuando esté en la voluntad del Señor sanarte.

¿Tu estas conectado o desconectado?, ¿Conoces tú lo que tu hijo está haciendo?

 

TENGO COMPASION FRENTE A LA NECESIDAD. Nehemías 1:4

“Cuando oí estas palabras me senté y lloré e hice duelo y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”.  Una impresión profunda, para empezar una visión, a Nehemías le duele lo que pasó con sus paisanos, esta conexión es dolorosa. Porque no solo dijo: pobrecitos mis hermanos, pobrecito mi país, él tuvo compasión frente a la necesidad.

Cuando hablamos de compasión, involucra el concepto de  pasión, desgraciadamente el concepto de pasión ha sido cambiado con el tiempo, le llamamos pasión a las afectividades desbordadas, a esos anhelos profundos, le llamamos pasión, ¡El pastor es un apasionado, para predicar al aire libre!

Nehemías está conectado, pero esta conexión es  dolorosa, cuando hablamos de compasión hablamos de ese primer sentimiento de dolor frente a la necesidad de los demás, (es lo que sufrió nuestro Señor Jesucristo, en su pasión)

Pasión es lo contrario de acción. (La auténtica pasión es el padecer), cuando tú veas personas que están viviendo una vida decadente, no debes criticarla, al contrario debes tener compasión por ellas. Cuando estas personas por su intemperancia, pisotean el ministerio del Señor por sus intereses personales, debes tenerles compasión.

 

DIOS NOS ENSEÑA A SER COMPASIVOS

Vale la pena detenernos un poquito aquí, porque es Dios quien nos enseña a ser compasivos. Mira lo que el profeta Isaías nos dice: “¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre?  (La respuesta es un NO rotundo) Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las mano te tengo esculpida; delante de mi están siempre sus muros” Isaías 49: 15-16

Dios le habla a Jerusalén: esta ciudad santa siempre está en mi mano, yo no duermo, tú duermes tú te cansas, yo no, delante de mí siempre están tus muros.

Aplicándolo en forma personal Dios nos dice: yo tengo cuidado de ti, tu vida está bajo mi control; pero hay un problema que nuestros afanes personales del día a día, pueden arruinar nuestros muros, cuando han sido mal construidos, y ese proceso es lento.

Muchas veces los muros se caen, los que saben algo de construcción, saben que cuando se comienza a desprenderse la arenilla de la mezcla  poco a poco, hasta que el muro se afloja y cae el primer ladrillo; así también no te das cuenta cuando cae el primer ladrillo del muro de tu vida.

Y no nos damos cuenta porque el enemigo de tu vida, Satanás, paralelamente ha venido haciendo un forado en el muro de tu vida y entonces comienzas a alejarte de Dios.

Esto mi querido hermano es muy sutil, tu podrás decirme, Pastor yo no me congrego, pero estoy bien con Dios, yo no estudio la Palabra, pero estoy bien con Dios; yo no quiero obedecer al pastor, pero estoy bien con Dios.

No mi hermano, tú estás mal; la escritura dice que el Señor quiere que todos seamos uno; es muy fácil llegar a desconectarte sin descubrirlo.

 

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SIGUE LA PROXIMA SEMANA

 

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