EL SALVADOR
El gobierno que presidirá Salvador Sánchez Cerén y Oscar Ortiz ha preferido esperar hasta el 1 de junio, día del traspaso presidencial, para formalizar una política de seguridad que no necesariamente será una continuidad de lo planteado por el actual gobierno ni como manifestó el vicepresidente electo Ortiz, se apegará a conceptos como “tregua entre pandillas”.
Ortiz explicó que acompañarán las decisiones en materia de seguridad de la gestión Funes hasta el último día y que al iniciar su gobierno lanzarán su propio plan que priorizará políticas de “cohesión y prevención”.
A escasos días de terminar su gestión en el Ministerio de Seguridad, Ricardo Perdomo lanzó un diálogo por la pacificación social, que ha comenzado con los representantes de distintas iglesias del país. Perdomo sostuvo que en este proyecto se le dará libertad a los representantes de la sociedad civil para entablar diálogo con miembros de pandillas.
Perdomo además destacó que este plan de pacificación lo retomará el gobierno entrante, ya que afirmó que el presidente electo Sánchez Cerén le encomendó desarrollar la iniciativa.
No obstante, el vicepresidente electo Oscar Ortiz manifestó que “a partir de que nosotros tomemos posesión, vamos a trasladarle al país los cambios y las cosas que se les darán profundidad”.
Sin ahondar en detalles, el futuro vicemandatario formuló que se fortalecerá un sistema nacional de seguridad, en el que habrá intervención comunitaria en materia económica, cultural y espiritual, con el fin de recuperar comunidades en riesgo.
También expresó que dialogarán “directamente” con los actores que tienen que ver en la solución, aunque señaló que no se ve en un diálogo con las pandillas.
La propuesta de “pacificación” de Ricardo Perdomo y apoyada por actores como el Padre Antonio Rodríguez y el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, no pretende que el gobierno intermedie directamente con las pandillas, sino que la sociedad civil organizada sea un nexo al cual brindarán “facilidades”, siempre y cuando estén en el marco de la legalidad, subrayó Perdomo.
Por otra parte la propuesta de la Iniciativa por la Paz y la Vida, encabezada por el obispo castrense Fabio Colindres y el ex combatiente guerrillero Raúl Mijango, proyecta una interacción en tres vías en la que la sociedad civil también sea el vínculo entre el gobierno y las pandillas.
“Debes generar el respeto de estos (las pandillas) a la sociedad civil. Además de generar una tregua entre pandillas, hay que generar una tregua entre las pandillas y la sociedad civil, el ejército y la policía. Esto se genera en lo local”, dijo Mijango en una entrevista radial.
Dicha propuesta, añade el mediador de la llamada “tregua mara”, será presentada en los próximos días al gobierno para su consideración. La misma contempla además la creación de un Viceministerio de prevención de la violencia, para según Mijango imprimirle las características con las que no contó el proceso conocido como tregua.
Estados Unidos no intervendrá en diálogos de pacificación
La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, negó que su país pretenda participar en el diálogo de pacificación social lanzado el miércoles 23 de abril por el gobierno del país centroamericano, en respuesta al incremento de los índices delictivos en lo que va del año.
“Los Estados Unidos no están involucrados en los esfuerzos de la tregua ni en los esfuerzos que llevan a cabo”, dijo Aponte en referencia a las propuestas lanzadas esta semana que buscan retomar el proceso de reducción de homicidios a partir de la tregua que el liderazgo de las pandillas MS13 y Barrio 18 alcanzó en marzo de 2012 y que posibilitó la disminución de los homicidios de 14 a 5,5 por día. (Fuente: Contrapunto, por: Gerardo Arbaiza)
